Podemos ha chocado con un muro insalvable: el de los residuos extensos de fascismo y la agitación del miedo. Pero Podemos ha errado con un discurso blando preparado para coger votos pero que los ha dejado al borde del fracaso. Hoy interesa magnificar el tortazo de Podemos, que no es ni más ni menos que lo que sufrió Albert Rivera en diciembre pasado. Un globo mediático hinchado susceptible de perderse a la primera embestida, como así ha sido.
El Podemos que supo aunar Mareas, confluencias y concupiscencias ya no existe, ver hoy como en la prensa algunos achacan a la unión a IU el fracaso de Podemos es ridículo. Garzón ha cumplido su parte de votos y escaños, pero Podemos en global ha perdido votos.
Yo recomendaría aumentar el discurso radical, sin verguenzas, atacando a la corrupción y a los corruptos, exigiendo medidas que tal vez en la cámara se pierdan, pero es que un Podemos moderado es un azucarillo que no va a ninguna parte. Y eso sí: hacerse a la idea de que eso va para largo y que se han acabado los tiempos de los crecimientos y sorpassos espectaculares, el espacio podemita crecerá muy lento. El problema es que muchos tienen prisa, y no se puede correr.
Dicho de otra manera que en España haya una fuerza de 70 diputados, que no existía hace año y medio!, dispuesta a denunciar el Merkelismo, la corrupción, los recortes y las «austeridades» y que por ende obliga a PP y Ciudadanos a sacar su componente más real que es fascista eso supone un proceso de concentración de voto progresivo, importantísimo e impensable con un PSOE socialdemócrata centrista. En lo stiempos brillantes del PCE se llegó a 25 diputados! Podemos triplica y recoge los movimientos ciudadanos.
Ahora bien, Errejon, Monedero, Iglesias y compañía, siendo hábiles y astutos no pueden contemplar esto como lo han hecho hasta ahora. Han de saber valorar lo que hay en 70 diputados; las posibilidades de acción, las posibilidades de difusión, intervención e influencia, las puertas de los medios que se abren de forma permanente. ese es un altavoz y un valor nada desechable. Pero deben quitarse vicepresidencias de la cabeza, como decía Don Camilo: «Esto va revuelto».
fa dissabte 